A PRIMERA

No es ningún secreto, tiendo a ser positivo y a no tirar la toalla. Soy de los que año tras año creo que los objetivos que veo, se van a cumplir. Y en los últimos años, pudiera decir que he tenido más aciertos que errores, lo que en parte me ha provocado satisfacción, y algunas pequeñas decepciones. Me advertían que era mejor hacerse a la idea de lo malo, pero nunca he podido verlo así. Tirar todo por la borda mientras hay opciones, es algo que mi mente no asimila, sin ser iluso, pues siempre soy consciente de todas las posibilidades.

Soy cauto y no lanzo campanas al vuelo, soy de esperar a ver unos cuantos partidos oficiales para hacer valoraciones, y ahí ya paso a dar impresiones, que no dejan de ser apreciaciones mías, que no pretendo hacer universales, ni imponérselas a nadie, aunque cuando me toca comentar, sí intento animar o intentar que los demás vean algún aspecto positivo.

Esta temporada me he puesto como objetivo el ascenso, aunque no fue por nada, esta vez llamémoslo acto de fé, pues es lo que toca, y lo que el club necesita. La pretemporada que hemos visto ha sido bastante floja y confusa con partidos en los que podíamos sacar pocas conclusiones y destacar pequeños destellos, con lo que el hacerse una idea fija, pues resulta complicado.

Y de repente llegó el partido del Memorial Carlos Lapetra. Un partido que nos compensó y nos devolvió la ilusión, no como la campaña "volver a sonreir". Vimos un equipo que nos devolvió el ánimo en La Romareda, creando, haciendo fútbol. Lo que muchos querían recuperar y que seguramente trajo recuerdos de otras épocas. 

De todo esto, pues salieron cosas buenas y malas. Lo bueno, dar motivos para creer y volcarse con la plantilla, lo malo, creer demasiado. No pretendo quitar la ilusión ni nada, pero sí veo excesivos hashtags como "con éstos a primera en enero". Seguramente la intención era elogio, pero no me gusta ver frases que nos sitúen por encima de otros. 

Cada vez que la prensa nos sitúa como favoritos ha sido cuando la realidad nos ha jugado malas pasadas, véase la final de Copa frente al Espanyol, o cuando antes de empezar la temporada en segunda comentaron que éramos claro candidato al ascenso. Luego algo no nos viene bien dado, y en parte las redes se ponen en contra del equipo, criticando hasta la forma de andar del utillero (por decir algo estrambótico, no nos consta que nadie se haya metido con eso). 

Creo que la forma que tenemos de hacer crítica es radical, a veces sin base, y eso es lo que me gustaría que se cambiara esta temporada. Que criticar es de ley, pero se podría intentar el tener algo de fé. Aria Hasegawa fue muy criticado antes siquiera de haberse probado la camiseta,  y habiéndolo visto, pues creo que con su esfuerzo, algo puede aportar. ¿Y si esta temporada nos volcamos con los que defienden nuestro escudo? Desde aquí se ha criticado cuando algún jugador no nos ha parecido de nivel, pero con sobriedad, sin chabacanería  ni mala intención. y deseando que mejore en sus errores. 

¿Os imagináis una temporada en la que por fin equipo y afición sean uno? ¿Que ambos demos el mismo nivel de entrega e ilusión? El partido frente a la Real puede ser el comienzo de una relación en la que TODOS rememos juntos y acabe con el objetivo cumplido. Sin pretensiones y conscientes de que esto es una lucha jornada tras jornada, respetando a todos y cada uno de los rivales, pues no sabe squién acabará arriba cuando la Liga finalice.

Y creedme, si se alcanzan los objetivos y has creido que son posibles, llegado ese momento, lo disfrutas más.